28 de febrero de 2018

Guía práctica: 3 días en Sevilla

Según Lonely Planet, Sevilla es la mejor ciudad del mundo para visitar este 2018, y es que como cantan Los del Río: Sevilla tiene un color especial. Su gran patrimonio histórico y monumental, su clima y su gente convierten a esta ciudad en un destino ideal.

Aunque es perfecta para una escapada de fin de semana en casi cualquier momento del año (excepto los meses calurosos del verano), nosotros creemos que la mejor época para visitar nuestra ciudad adoptiva es la primavera. Después del invierno, los días son más largos y soleados (con temperaturas muy agradables). Días que nos invitan a llenar las terrazas y pasear. Días en los que se entremezcla el olor a azahar con el del incienso, y como no, a boñiga de caballo.


La siguiente guía recoge la ruta que planteamos a todos los familiares y amigos que han venido a visitarnos.

Viernes

El mejor momento para conocer el Real Alcázar es a primera hora de la mañana. Merece muchísimo la pena ver su interior, es un conjunto arquitectónico de gran belleza. Tanto es así que junto con la Catedral y el Archivo de Indias, fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en 1987.

Su construcción se inició por orden de los reyes musulmanes que dominaban Sevilla. A lo largo del tiempo se ha ido enriqueciendo con nuevos palacios en distintos estilos según la época de construcción: gótico, mudéjar, renacentista y barroco.



La parte final de la visita la reservamos para descansar y refrescarnos (si el día es muy caluroso) en sus extensos jardines.

   Real Alcázar
  • Página web oficial: http://www.alcazarsevilla.org/
  • Horario: 
    • Octubre a Marzo: L-D 9:30-17:00
    • Abril a Septiembre: L-D: 9:30-19:00
  • Precio: 
    • Entrada General: 11,5€
    • Entrada Especial al Cuarto Real Alto: 4,5€
  • Visitas: Planta baja de los Palacios y Jardines
  • Duración aprox. visita: 3-3,5h

Probablemente ya sea mediodía, ¿os apetece una cerveza fresquita? Un lugar clásico de encuentro de los sevillanos es la Plaza del Salvador, donde veréis parejas jóvenes, grupos de amigos, compañeros de trabajo, gente muy distinta, disfrutando de una cerveza en las mesas altas junto a los soportales de la plaza.

De camino pasearéis por la avenida de la Constitución. Hay verdaderas joyas de arte a lo largo de este eje que nos lleva de la Puerta Jerez a la Plaza Nueva, desde el Archivo de Indias y la Catedral hasta una serie de edificios regionalistas. Uno de mis favoritos es el edificio de la Adriática.

@sevillasecreta.co

Antes de llegar al Salvador paramos en la plaza de San Francisco para observar la fachada trasera del Ayuntamiento, un edificio que ha pasado por distintas etapas de ampliaciones y reformas, por lo que no nos sorprende que incorpore varios estilos arquitectónicos.

La fachada principal, orientada a la plaza Nueva, es mucho más sencilla, en estilo neoclásico, mientras que la fachada trasera es de estilo plateresco. La decoración de esta parte nunca llegó a terminarse y aún hay bloques de piedra sin tallar. Podéis ver representados a personajes ligados a la ciudad, como HérculesJulio César o Carlos V. Incluso en unos medallones (tallados entre los años 60 y 70) se reconoce (o eso dicen) a Grace Kelly y/o Ava Gardner.

 

Después de esa Cruzcampo fresquita, para reponer fuerzas os invito a que vayáis a comer a Los Coloniales (c/Fernández y González, 36 y 38). Si no queréis esperar demasiado, llegad antes de las 13:30, sino, os apuntarán en una pizarra y cuando sea vuestro turno un camarero os llamará a voces.  Las tapas tienen muy buen tamaño, y con un par de éstas se puede comer perfectamente. Por unos 10€/persona podemos darnos un buen banquete (postre incluido). Nuestras recomendaciones: tabla con salmorejo y jamón, solomillo al whisky y manjar blanco (pollo relleno de jamón y queso con salsa de almendras).

Sevilla esconde unas cuantas casas-palacio, una gran desconocida (para el turista) es la Casa Pilatos, hacia donde os podéis dirigir después de comer. Os sorprenderá una maravillosa combinación de estilo mudéjar con renacentista italiano.

@sevillasecreta.co

   Casa Pilatos
  • Página web oficial: http://www.fundacionmedinaceli.org/monumentos/pilatos/
  • Horario: 
    • Noviembre a Marzo: L-D 9:00-18:00
    • Abril a Octubre: L-D: 9:00-19:00
  • Precio: 
    • Casa completa: 10€
    • Sólo planta baja: 8€
  • Visitas: Todas las entradas incluyen servicio audioguía en planta baja
  • Duración aprox. visita: 1,5-2h

Para los adictos a las compras, en el casco histórico de Sevilla se encuentran dos calles comerciales paralelas que transcurren desde el ayuntamiento hasta la Campana: Sierpes y Tetúan.

Una vez lleguéis hasta la Campana, id hasta el Metropol Parasol, más conocido por el sobrenombre de las Setas, ya que su aspecto nos recuerda a éstas. Desde su creación en el año 2011 se ha generado mucha polémica, y es que este moderno mirador, no deja indiferente a nadie.



Os recomiendo que planteéis la visita poco antes del atardecer, para disfrutar de las vistas tanto de día como de noche. Recorreréis unas pasarelas serpenteantes que os permitirán alcanzar una visión de 360º de la ciudad.


   Metropol Parasol (Las Setas)
  • Página web oficial: https://setasdesevilla.com/
  • Horario: D-J: 10:00-23:00, V-S: 10:00-23:30
  • Precio: 3€ con consumición gratuita 
  • Duración aprox. visita: 1h

Esta noche podéis elegir para tapear el Rinconcillo, la taberna más antigua de Sevilla. No podéis iros de la ciudad sin comer sus deliciosas espinacas con garbanzos, sus pavías de bacalao o sus croquetas. Os sorprenderá ver a los camareros apuntando las consumiciones en la barra con tiza, no se les escapa una.

Muy cerca está una de las mejores heladerías de Sevilla, Rayas, así que dejad un hueco para probar un delicioso helado. Ante su gran variedad de sabores, estaréis un buen rato intentando decidir cuál tiene mejor pinta, aunque en mi caso lo tengo claro: Beso de DamaChocolate con trozos o Nocciolosa.

Sábado

Comenzad la mañana perdiéndoos por el Barrio de Santa Cruz, literalmente, porque es complicado orientarse con el entramado de plazas y callejuelas que lo forman. Tenéis que explorar rincones conocidos como el callejón del Agua (que se prolonga a lo largo de la muralla de los Reales Alcázares), las calles de la Vida y la Muerte, la plaza de doña Elvira o la plaza de Santa Cruz. Y otros más desconocidos como la plazuela de Santa Marta.


Os recomiendo que vuestro paseo termine en el patio de Banderas, tras atravesar la calle Judería. ¡No os defraudará la fotografía que podréis tomar allí de la Giralda!

¿Os habéis preguntado alguna vez el porqué de su nombre? Tras la reconquista de Sevilla en 1248, el minarete de la Gran Mezquita se convirtió en el campanario de la catedral, coronándose en el s.XVI con una estatua de bronce simboliza la fe cristiana. Al servir como veleta giraba con el viento, por lo que se le empezó a conocer como Giraldillo y por extensión se llamó a la torre Giralda.


La catedral será vuestro próximo objetivo. Si tenéis tiempo, haced la visita completa, incluyendo las cubiertas.

Para evitar colas interminables, sacad las entradas para la Catedral vía online o en la iglesia de El Salvador (entrada conjunta).

Para reservar la entrada a las cubiertas (o sólo la entrada general a la Catedral), podéis hacerlo desde el siguiente link (página oficial).

Si habéis contratado la visita guiada a las cubiertas, en el horario elegido haréis ésta y después podréis recorrer por libre el interior de la catedral. Gracias a esta visita podréis disfrutar de unas vistas y una perspectiva completamente diferente de la catedral y de la Giralda.




   Catedral de Santa María de la Sede
  • Página web oficial: http://www.catedraldesevilla.es/
  • Horario: L 11:00-15:30, M-S 11:00-17:00, D 14:30-18:00
  • Precio: 
    • Entrada General: 9€
    • Cubiertas (Visita guiada cubiertas+Entrada General): 15€
  • Visitas: Catedral, Giralda, Iglesia Salvador, Cubiertas
  • Duración aprox. visita: 
    • Catedral+Giralda: 1,5-2 horas
    • Cubiertas: 1,5 horas

Probablemente ya sea la hora de comer. Dependiendo de lo que vayáis buscando, podéis comer muy bien cerca de esta zona en Casa La Viuda (c/Albareda), Bodega Paco Góngora (c/Padre Marchena) y Restaurante San Marco (c/Mesón del Moro). En la Viuda su especialidad es el bacalao, preparado de distintas maneras; en el Góngora las setas verdes y el solomillo con salsa mozárabe y en el Restaurante San Marco la gastronomía italiana.

Como ya dijimos anteriormente, la entrada a la Catedral te permite visitar la iglesia de El Salvador. Situada sobre la Mezquita Mayor de Sevilla, conserva todavía de ésta su patio de abluciones y la base de su torre. En el interior destaca el retablo mayor, obra representativa del barroco sevillano.

@catedraldesevilla.es

   Iglesia de El Salvador
  • Página web oficial: http://www.catedraldesevilla.es/iglesia-de-el-salvador/
  • Horario: 
    • Septiembre a Junio: L-S 11:00-18:00, D 15:30-19:00
    • Julio y Agosto: L-S 10:30-17:30, D 15:00-19:30
  • Precio: 
    • Entrada General: 4€ (con audioguía)
    • Entrada Conjunta Catedral+Giralda+Iglesia de El Salvador: 9€
  • Duración aprox. visita: 0,5-1 hora

El resto de la tarde lo podéis dedicar a pasear por los rincones de la Expo 92. Podéis hacer un recorrido similar al propuesto en el post Rincones de Sevilla: La Sevilla de la Expo 92.


También merece la pena entrar en el Monasterio de la Cartuja, actualmente Centro de Arte Contemporáneo.


   Centro de Arte Contemporáneo
  • Página web oficial: http://www.caac.es/
  • Horario: M-S 11:00-21:00, D 10:00-15:30
  • Precio: 
    • Visita al monumento o exposiciones temporales: 1,8€
    • Visita completa: 3,01€
    • Gratuita: M-V 19:00-21:00 y S 11:00-21:00

Domingo

Uno de los rincones que no os debéis perder de Sevilla es el Parque de María Luisa. Su cara más conocida es la Plaza de España, diseñada por Aníbal González para la Exposición Iberoamericana de 1929 y que ha sido utilizada como plató de rodaje de varias películas.


Intentad ir a primera hora de la mañana para no encontrarla abarrotada de gente. Lo más típico es buscar tu provincia y hacerte una foto junto a ella.

 

Recorred el Parque de María Luisa para conocer alguna de sus glorietas, estanques, fuentes, monumentos y pabellones. En el post Rincones de Sevilla: Parque de María Luisa describo una ruta con los principales "atractivos" del parque.


En la Plaza de América podéis contemplar tres edificios singulares construidos para la Exposición de 1929: el Pabellón Mudéjar, el Pabellón de las Bellas Artes y el Pabellón Real. Los dos primeros son museos gratuitos (para ciudadanos de la Unión Europea). Personalmente, porque no es un museo al uso, visitaría el Museo de Artes y Costumbres (Pabellón Mudéjar). Aunque si disponéis de más tiempo, también es interesante conocer el Museo Arqueológico (Pabellón de las Bellas Artes).

 

Tras la comida, y antes de adentrarnos en el Barrio de Santa Cruz, os podéis relajar (y refrescar si hace mucho calor) dando un paseo por los Jardines de Murillo.



La tarde del domingo es un buen momento para descubrir el mejor ejemplo del barroco sevillano, el Hospital de los Venerables, ya que su entrada es gratuita de 14 a 18h (sólo domingos tarde). Disfrutaréis de las maravillosas pinturas murales de Valdés Leal y su hijo Lucas Valdés en la iglesia y en el techo de la sacristía. ¡Para que sea mayor vuestra sorpresa, no incluiré fotos!

Dirigíos a la orilla del Río Guadalquivir para conocer otro monumento emblemático de Sevilla, la Torre del Oro, una torre albarrana que formaba parte de la muralla de la ciudad y que actualmente alberga un museo naval. Muy cerca está la plaza de toros de la Maestranza, a la que os tendréis que acercar aunque no seáis aficionados a la tauromaquia.


Cruzad el río por el Puente de Isabel II, más conocido por Puente de Triana, hasta el barrio del mismo nombre. Antes de terminar de cruzar veréis una pequeña capilla diseñada por Aníbal González.


Enfrente del mercado está la Plaza del Altozano. Aquí hay un monumento que a veces pasa desapercibido, el del torero Juan Belmonte. Tiene un hueco en el pecho y si observamos a través de él podemos ver la Maestranza, la Giralda y la Torre del Oro.


Podéis tomar una cerveza en la calle Betis, con vistas al otro lado de la orilla o pasear sin rumbo por Triana.

Si queréis prolongar vuestra estancia algún día más en Sevilla, no os olvidéis de recorrer su provincia: Santiponce, donde podréis disfrutar de Itálica y de un casi desconocido Monasterio de San Isidoro del Campo, Osuna o Carmona.

Y recordad, si decidís venir en época de caracoles (de mayo hasta principios de julio), atreveos a comer un plato de este exquisito manjar en El Cateto (c/Sinaí).

2 de febrero de 2018

Día 7 (II): Colmar, una ciudad pintoresca de obligada visita

Acabamos de salir de un pueblo de cuento y nos encaminamos hacia otro, en este caso mucho más conocido y turístico: Colmar. Es un imprescindible si visitáis Alsacia, con coloridos rincones con encanto como la Petit Venise o el Quai de la Poissonnerie.


Tras varios intentos infructuosos de aparcar en la zona azul "relativamente cercana" al casco histórico, conseguimos aparcar el coche en la avenida Foch, de manera gratuita y en un hueco no reservado para residentes, muy cerca de la avenida Georges Clemenceau, a unos 15-20 minutos del centro andando.

Gracias a este paseo no planeado, descubrimos en una esquina del Parc du Champ de Mars un carrusel de principios del s.XX. El tiovivo en madera más grande de Francia, todavía en funcionamiento para disfrute de niños y adultos y protegido de las inclemencias del tiempo por una galería de cristal circular.


Camino a la oficina de turismo (Place des Unterlinden) nos topamos con la Maison des Têtes, que debe su nombre a las más de 100 máscaras que decoran este bello edificio renacentista alemán. Levantad la cabeza para distinguir en su parte superior el pequeño tonelero realizado por Bartholdi, ya que desde finales del s.XIX, la casa ha pertenecido a un sindicato de viticultores. En nuestra foto nos lo hemos cargado, ¡ouch!




Tras conseguir unos planos en la oficina de turismo, es hora de buscar dónde comer. Y aquí es donde hicimos un gran descubrimiento, Le Frichti's, en el Quai de la Poissonnerie. ¡Que por desgracia acabo de ver que ya no existe! ¡¡¡Aaaaaah!!! Nosotros que siempre decíamos: "Conocemos en Colmar un sitio donde se come genial..." Pero no por ello voy a dejar de dar mi opinión... Una relación calidad/precio perfecta, una atención inmejorable, una presentación de los platos espectacular, un lugar en el que nosotros con nuestras "pintillas" de viajeros no desentonábamos demasiado. Elegimos dos menús ejecutivos (21€/menú) y casi nos da un telele cuando el camarero dijo que sólo quedaba para uno... Pero el chef consiguió sacar comida suficiente para los dos menús, abundante para ser platos "gourmet". Tuvieron varios detalles que nos gustaron: un gazpacho de aperitivo para la espera, un dulce casero para acompañar el café y una visita del chef al terminar la comida.




¡Qué bien hemos comido! ¡Salimos felices y un poco más redondos! Al otro lado del puente se encuentra el mercado cubierto, un edificio de ladrillo y piedra con estructura metálica construido en 1865 que ha tenido diversos usos hasta que recuperó su función como mercado en septiembre de 2010.

Seguimos nuestro paseo a lo largo del Quai de la Poissonnerie. Un barrio muy pintoresco y colorido, con típicas casas de entramado de madera y restaurantes encantadores al borde del agua. En el pasado fue el barrio de los pescadores, donde se almacenaba y vendía el pescado. En el s.XVII fue devastado por un incendio, en el que una treintena de casas fueron destruidas y después renovadas de manera idéntica.

Y llegamos hasta la Petit Venise, que debe su nombre a la alineación de casas a ambos lados del pequeño canal que cruza Colmar. Después del puente que se extiende a lo largo del río Lauch, giramos a la derecha por la rue la Herse. No dudéis en pasear por esas pequeñas callejuelas tranquilas, románticas y menos frecuentadas.

Continuamos por la rue Saint Jean para descubrir la Maison des Chevaliers de St Jean. Esta casa tiene una arquitectura que nos recuerda a la de los palacios venecianos con sus galerías de arcadas en dos pisos y coronada por una balaustrada de piedra que conecta los dos edificios.


Continuamos hasta el Quartier des tanneurs (barrio de los curtidores), construido durante los s.XVII y XVIII y centrado en la producción de pieles lavadas en el río, a los pies de las viviendas. Su particularidad reside en la altura de las casas con entramados de madera, de hasta 6 pisos, terminados en áticos ventilados para secar las pieles.

Nuestros pasos nos guían hasta otro edificio emblemático de la ciudad, la Antigua Aduana o Koifhus. De él destacamos su tejado policromado. En la planta baja se almacenaban las mercancías  sujetas a impuestos municipales, mientras que en el primer piso estaba la sede de la federación de las diez ciudades imperiales alsacianas hasta el s.XVII cuando Alsacia se unió a Francia.


En su parte inferior albergaba una especie de mercado de artesanía.


Atravesamos el porche de la Antigua Aduana hasta llegar a la rue des Marchands. Descubriréis la famosa Maison Pfister (s.XVI), que debe su nombre a uno de sus propietarios. Una casa de concepción medieval, pero de estilo renacentista, adornada por un bello mirador en esquina y una larga galería de madera.



No dejéis de admirar sus frescos, con escenas bíblicas y profanas.


En la esquina de la casa vecina, llamada Zumkragen, descubrimos con sorpresa un personaje esculpido del s.XVII.


A la altura del número 12, entramos en un patio para descubrir un vestigio rural de época medieval, una antigua granja del s.XIV.



En esa misma calle nos encontramos la casa natal de Bartholdi, convertida en un museo que alberga sus obras. ¿Sabíais que el creador de la estatua de la Libertad de Nueva York era de Colmar? Por ello, no os sorprendáis si en una rotonda (dirección Estrasburgo) os encontráis una réplica igual a esta estatua.


Continuamos nuestro paseo hasta la colegiata de San Martín, aunque algunos se refieren a ella como catedral, una obra importante de la arquitectura gótica en Alsacia. Aquí también observamos tejas de cerámica vidriada donde predomina el color verde.


La torre sur fue víctima de un incendio que destruyó su estructura en el s.XVI, cuando fue reemplazada por una cúpula en forma de bulbo, muy original, que da al edificio su silueta característica. 


Las puertas exteriores tienen tímpanos tallados, como el de San Nicolás, en el que su temática es el Juicio Final.


En su interior podéis ver unas maravillosas vidrieras del s.XIII.


Al salir, en la plaza de la Catedral, encontramos la singular Maison Adolph, considerada como una de las casas más antiguas de Colmar. La reconoceréis gracias a sus ventanas ojivales, semejantes a las de la colegiata.

Terminamos nuestro paseo por Colmar por la rue de Serruriers hasta llegar a la animada Place des Dominicains.


De vuelta a Dieffenthal, decidimos parar en Châtenois, otro pueblo de la ruta del vino. De los 115 cementerios fortificados que existían en Alsacia, sólo quedan 5, siendo el más grande y mejor conservado el de Châtenois.

Es un perímetro fortificado que englobaba la iglesia y su barrio y servía de refugio a los habitantes en tiempo de conflictos. Está protegido por una doble muralla en forma rectangular con esquinas redondeadas, zanjas y varias torres de las que sólo persiste la Torre de las Brujas. La segunda muralla data de finales de s.XIV.


Desde cualquier lugar del pueblo podemos ver el espectacular campanario de la iglesia de San Jorge, clasificado como monumento histórico.


La Torre de las Brujas es una puerta gótica que data del s.XV. Es una de las puertas más bellas de Alsacia y una de las más representadas.

Al contrario que otros pueblos en la ruta del vino, Châtenois no tiene mucho más que ofrecer, no hay apenas "casas de cuento". No nos convence ningún sitio para cenar, así que volvemos hacia Dambach la Ville, al restaurante que hace dos días encontramos cerrado. En la terraza de À la vignette,  compartimos una ensalada alsaciana y otra del chef (30€).

Nos vamos pronto a descansar. Es nuestra última noche en Alsacia y al día siguiente nos esperaba una jornada muy intensa.