27 de enero de 2016

Día 1: Trujillo, cuna de los conquistadores

El itinerario que tenemos planteado para el día de hoy es el siguiente:


Creemos que una de las mejores maneras de comprender una ciudad es a través de visitas guiadas. En Trujillo teníamos esa opción, así que salimos de Sevilla con intención de llegar a la visita de las 12h de TurismoTrujillo. Tuvimos mala suerte ya que al ser un día laborable y en baja temporada turística, no salió el mínimo número de personas para realizar la visita (6 personas). Esto no iba a enturbiar nuestro día, en la manga teníamos el plan B: nos incorporaríamos a la visita guiada de las 16.30h de la oficina de turismo (no hay mínimo).

En la oficina de turismo te ofrecen un bono de turismo por 7€/persona, en el que se incluye una visita guiada de la ciudad durante 2 horas y pico y la entrada a distintos monumentos (Iglesia de San Martín, Torre del Alfiler, Iglesia de Santa María la Mayor, Casa Museo Pizarro, Castillo, Iglesia de Santiago y Aljibe). A los dos primeros monumentos se entra por libre, así que nos dirigimos hacia la Iglesia de San Martín, después de haber admirado la Plaza Mayor y la estatua ecuestre de Pizarro.


Del exterior podemos destacar la torre del reloj, terminada por un chapitel recubierto por cerámica. Y del interior, el retablo Mayor y un órgano Barroco.

 


Subiendo por la calle Ballesteros nos acercamos al centro de interpretación de la torre del Alfiler. En la actualidad es un museo didáctico donde podremos conocer la historia de la ciudad.

 

Antes de ir a comer traspasamos la puerta de Santiago y paseamos sin rumbo fijo intramuros. 


En nuestro recorrido nos topamos con la alberca, una poza excavada en la piedra, y con casonas interesantes, aunque como podréis observar si venís a Trujillo, la mayor parte de las casas solariegas se concentran en la Plaza Mayor.


El lugar que elegimos para comer es el Mesón del Hostal Hueso. Menú típico extremeño 15€/persona. Revuelto de la tierra, migas, moraga, trucha del Jerte, tarta de queso casera y flan de natas. ¡Comimos de escándalo! ¡No dejamos ni una miga! También nos encantó el trato del camarero que nos atendió, en esta ciudad cuidan mucho a los turistas.




 

Antes de empezar la visita guiada, aprovechamos para hacer fotos a las casas palacio de la Plaza Mayor. Sorprenden los balcones esquinados, que me recuerdan al que vi en el Palacio Vela de los Cobos en Úbeda, y los escudos familiares.



Unas diez personas componemos el grupo de la visita guiada. Estamos en manos de un guía curioso, trujillano de toda la vida, que nos cuenta la historia de su ciudad y nos intenta transmitir su pasión por ésta. 

Comenzamos el recorrido en la Plaza Mayor. Es una plaza rectangular de estilo renacentista, rodeada de soportales donde se vendían productos. Todavía podemos observar los portales de la verdura, del pan o de la carne. También nos detuvimos a observar las casas de los linajes más importantes trujillanos: Palacio de los Marqueses de la Conquista, la Casa de las Cadenas, el Palacio de los Carvajal-Vargas... Pero el elemento que más llama la atención de la plaza es la estatua ecuestre de Pizarro, regalada a Trujillo por la viuda de Carlos Rumsey, como homenaje al conquistador trujillano.

 

Salimos de la plaza y nos dirigimos hacia la puerta de Santiago. Hacemos el mismo recorrido que por la mañana, pasando por delante del Palacio de Santa Marta y el centro de interpretación de la Torre del Alfiler. Esta puerta es uno de los accesos a la ciudad medieval. A la izquierda está el Alcázar de los Chaves y a la derecha dejamos la iglesia de Santiago.

El siguiente punto a visitar es la Iglesia de Santa María. Como curiosidad, su interior sufrió una importante remodelación en el s.XVI, se reformaron las bóvedas primitivas por unas góticas-flamígeras semejantes a las de la Iglesia de San Martín. Se puede apreciar en el arco ojival superior de una ventana (que está recortado). Pero lo que realmente destaca es el Retablo Mayor de Fernando Gallego, compuesto por 25 tablas que representan los pasajes más importantes de la vida de la Virgen.

  

Nos dejan 15 minutos para subir a la torre Julia y contemplar las vistas de la villa.

 

Nos acercamos a la casa museo Pizarro, donde en la planta baja se recrea una vivienda típica de hidalgo español del s.XV y en la planta alta una exposición dedicada al conquistador del Imperio Inca.

Nos dirigimos hacia el Castillo sin demora, pues estaba anocheciendo, para dar un paseo rápido por las almenas y poder contemplar una bonita panorámica de la ciudad, su plaza mayor y de las dehesas extremeñas.

En su interior hay una capilla con la imagen de la Virgen de la Victoria, patrona de Trujillo, que está mirando hacia la ciudad. Nos sorprendió el mecanismo sobre el que está colocada la Virgen. Se tiene que meter una moneda de 0,50€ para activarlo, y ésta rota 180º para poder verla de frente desde el interior del Castillo.

  

Bajamos del Castillo dirección Plaza Mayor, entrando en la Iglesia de Santiago. La pieza más importante que alberga esta iglesia románica es el Cristo de las Aguas, del s.XIV.

 

La visita guiada termina en el aljibe. En el exterior podemos observar tres brocales (de los cuales sólo uno es original), desde donde se recoge el agua de la lluvia que se almacena en la cisterna. Solamente se puede acceder con un guía de la oficina de turismo, ya que son ellos los que tienen las llaves. 

Como estamos a un paso de nuestro alojamiento aprovechamos para ir a hacer el check-in. Hemos elegido la Posada Dos Orillas, ubicada en un edificio del s.XVI restaurado en el interior de las murallas. Vimos que a esas horas había hueco para aparcar (intramuros) al lado del Alcázar de los Chaves, actualmente un colegio, así que nos acercamos a por el coche, que estaba aparcado en la avenida de la Coronación. 

Aprovechamos que hace buena tarde, a pesar de ser mediados de diciembre, y nos sentamos en una terraza de la Plaza Mayor a tomar algo.

Estamos bastante cansados, con todo lo que hemos comido apenas tenemos hambre, así que cenamos temprano en El Medievo. Dos bebidas, una tosta de torta de la Serena con cebolla caramelizada y una ensalada de melocotón con jamón ibérico por 10.5€.



Trujillo nos ha dejado muy buen sabor de boca y ha dejado el listón bastante alto... ¿Qué opinión nos forjaremos de Plasencia?

4 comentarios:

Muy bien descrito. Muy detallado todo: hoteles, lugares para comer, visitas... Me servirá para realizar mi próximo viaje. Muchas gracias por tu información

Me gustó mucho cuando estuve. Parada muy recomendable si te pilla de paso.

@Charo, me alegra que te haya gustado la entrada :) No puedes dejar de ir a Trujillo si vas a Extremadura.

@Anónimo, efectivamente, si tienes dos o tres horas, y puedes encadenarlas con una visita guiada, es una ciudad que merece la pena conocer.

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