16 de mayo de 2018

Ruta de pueblos con encanto en la Sierra de Aracena

Primero de mayo, festivo entre semana sin puente, casi todo cerrado, pero muchas ganas de hacer una pequeña escapada. La tarde de antes, con una lista extensa de posibles excursiones cercanas a Sevilla y un par de búsquedas en Internet, fijamos como destino la Sierra de Aracena.

¡Y es que por suerte la sorprendente Gruta de las Maravillas abre todos los días del año (excepto 24, 25 y 31 de diciembre y 1 y 6 de enero)! Como en su día ya me tocó esperar una larga cola, esta vez, compramos las entradas por Internet (http://articketing.vocces.com/). No nos quedó más remedio que reservar en el primer horario disponible (16.30h) y plantear un rápido itinerario por distintos pueblos de la Sierra para cuadrar esta visita.  

Nuestro primer destino es Almonaster la Real, recientemente declarado uno de los pueblos más bonitos de España. Seguimos las indicaciones hasta la mezquita y llegamos hasta la Plaza del Ayuntamiento, donde estaban poniendo un mercadillo. Todas las calles en las que se podía dar la vuelta estaban bloqueadas, así que como no teníamos otra "vía de escape" posible, subimos por la calle Castillo, aunque había una señal de prohibido excepto residentes.



Dentro del recinto amurallado irregular, del que apenas queda parte de su trazado, se encuentran la mezquita y adosada a ella, la plaza de toros. Desde esta colina domina el pueblo y también ofrece una impresionante panorámica de la sierra.



Única en España, por su localización y estado de conservación, debió levantarse a finales del s.IX sobre los antiguos restos de una basílica visigoda. 

Según accedemos a su interior, observamos que existen dos espacios claramente diferenciados: la sala de oraciones y el patio de abluciones

Este último está excavado en la roca y la pila labrada en granito de manera tosca.



De planta irregular, está formada por cinco naves perpendiculares al muro de la quibla, en cuyo centro se halla el mihrab. Las columnas y capiteles están construidos con material de acarreo, restos romanos y visigóticos de la antigua basílica, y los arcos de ladrillo. 




Tras la conquista cristiana, se le añade un ábside para cambiar su orientación, que en el s.XVIII se cubrió con una bóveda con pinturas al fresco, hoy en día bastante deterioradas. ¿Os habéis fijado en todos los nidos de golondrinas que hay? Se han convertido en nuestras únicas compañeras dentro de la mezquita.



En el s.XVI se abrió la puerta del muro meridional, se anexó el porche, se labró la sacristía y se sumó al alminar un cuerpo de campanas. 



Antes de dar un paseo por el pueblo, regresamos al coche y buscamos un sitio "más legal" para dejarlo. 

No os metáis con el coche en el casco histórico, avanzad por la carretera, hay varios aparcamientos exteriores gratuitos a poco menos de 5 minutos andando de la iglesia parroquial.

¡Desde aquí tenemos una fabulosa panorámica de la mezquita y la plaza de toros!


Nuestros pasos nos llevan hasta la iglesia de San Martín, cuya Puerta del Perdón llama inmediatamente nuestra atención. De estilo manuelino portugués es única en la comarca y uno de los escasos ejemplos de este estilo en España.



Todas sus estrechas calles empedradas os conducirán hacia la mezquita, que preside el pueblo. No hagáis como nosotros y disfrutad de la subida.

¿Sabíais que en el siguiente pueblito de nuestra ruta se grabó la primera película de Bollywood en España? Aquí no os tendréis que plantear entrar o no en el centro con el coche, ya que una valla amarilla en la entrada impide el acceso con vehículo a no residentes. Pero no tendréis problemas para dejar vuestro coche, aparte de huecos a ambos lados de la calle, hay un aparcamiento gratuito.

Su núcleo urbano es un bonito conjunto histórico artístico. Merece la pena que os deis un paseo por sus estrechas calles, toméis un café o cerveza en la plaza en un día soleado y que conozcáis su iglesia barroca.



Pero si por algo es famoso Alájar es por la Peña de Arias Montano y su ermita de Nuestra Señora Reina de los Ángeles, una de las ermitas de mayor peregrinación de Andalucía. Se encuentra en las afueras del pueblo, a sólo 1km de éste y tiene también acceso en coche. Eso sí, tened en cuenta que los fines de semana y festivos, el aparcamiento está regulado, 1€. 

Nada más bajar del coche vemos brotar un manantial de la peña, ¡qué sonido más relajante!  


Al ver la ermita desde fuera, un edificio muy sencillo, no nos imaginábamos cómo podía ser su interior, en el que una mezcla de distintos estilos desprende un encanto especial. Nos detenemos un buen rato para admirar los detalles decorativos.


La Virgen de los Ángeles es una pequeña escultura de madera de apenas 40 cm. Aunque la original desapareció durante la Guerra Civil, el escultor que la reprodujo preservó su forma original. Nosotros tuvimos suerte ya que pudimos entrar en su camarín y contemplarla de cerca.


Frente a la ermita y presidiendo el mirador se levanta una espadaña de estilo neoclásico, que tuvo que ser reconstruida tras la caída de un rayo, flanqueada por dos garitas de estilo renacentista. 


Una de las mejores vistas de Alájar se obtiene desde allí.


No pasa desapercibida una portada almohadillada, conocida como el arco de los novios, sobre todo en primavera por la bella estampa que nos deja. Según la tradición, la pareja que cruce de la mano por debajo del arco se casará con certeza: "novios que pasan, novios que se casan".


En la explanada hay distintos puestos con productos locales donde destacan quesos, mieles, dulces y chacinas.

Otro de los pueblos más bonitos de la Sierra de Aracena es Linares de la Sierra, que nos sorprende por sus llanos, mosaicos de piedra de dos colores, con motivos florales, animales, escudos... que adornan las entradas de las casas. Es un símbolo de este pueblo que lo distingue de otros municipios.


También está aquí prohibido el acceso con vehículos a no residentes, así que dejamos el coche aparcado a la entrada.

Nos encaminamos hacia la iglesia parroquial, donde descubrimos un jardín con un curioso pozo.


Saliendo de este jardín, unas escaleras nos llevan a una peculiar plaza de toros, abierta e integrada en la plaza del pueblo. Tiene dos graderíos encalados, uno apoyado en el lateral de la base de la iglesia y otro bajo la copa de un alcornoque. ¿Os habéis fijado en los burladeros? 


Aunque teníamos planteado comer en Aracena, la terraza al sol del Bar Riandero ejerció una fuerza poderosa sobre nosotros. Una tapa de ensaladilla rusa, albóndigas de ibérico con salsa de boletus, croquetas de setas, una tosta de jamón, un pudin de almendras y dos consumiciones por unos 20€.

Otro de los atractivos de Linares es su Plaza de la Fuente, con un enorme mosaico de la rosa de los vientos.


En ella se encuentran la Fuente Nueva, el abrevadero y un lavadero circular, tres pilones que servían para que bebiesen los vecinos, el ganado y lavar la ropa. 



Apenas quince minutos en coche nos separan de Aracena. Sin mucho esfuerzo, conseguimos aparcar en la calle San Pedro, muy cerquita de la Gruta de las Maravillas. Todavía quedan 45 minutos para que comience la visita, así que nos dirigimos hacia la Fuente del Concejo. ¡Y es que sus aguas proceden de esta cercana gruta!

La fuente lavadero actual siguió un proyecto de Aníbal González, sí, sí, el arquitecto regionalista que diseñó la Plaza de España de Sevilla. Consta de una fuente triangular que da paso a un abrevadero seguido por lavaderos de diez pilas por cada lado. Fue utilizado hasta los años 70 para el fin que se creó, un lugar para hacer la colada, reservado a las mujeres, donde hacían vida social.



Nos sorprende encontrar obras expuestas en la calle, una propuesta para acercar el arte contemporáneo a todos los públicos. Actualmente este museo al aire libre está compuesto por medio centenar de esculturas repartidas por la Plaza de San Pedro, alrededores de la Gruta de las Maravillas, la avenida de Huelva, Gran Vía y Plaza de Santa Lucía.


¿No os recuerdan estos bonitos bancos azulejados a los del Parque de María Luisa? No os tenéis que perder las imágenes de las salas de la Gruta de las Maravillas que los decoran.


Se recomienda llegar diez minutos antes de comenzar la visita para organizar el grupo y que te entreguen los walkies y los auriculares. Con una longitud de 2130m, nuestro recorrido se extiende a lo largo de 1200m divididos en dos niveles de galerías, con una duración de algo más de 50 minutos. Su temperatura oscila entre de 16 a 19ºC, siendo la humedad relativa casi del 100%.

La acción disolutiva del agua que se filtra desde el cerro del Castillo sobre las rocas calizas ha dado vida a un gran número de espeleotemas, estalactitas, estalagmitas, columnas, gours, coladas, cortinas... No os dejaréis de asombrar con el Gran Salón, la Cristalería de Dios, la Sala de los Garbanzos o la Sala de los Desnudos. ¡Abrid bien los ojos y dad rienda suelta a vuestra imaginación (o no)!


Una gruta que está en continua evolución, y gracias a toda la lluvia que ha caído los últimos meses, nos enseña su mejor cara, ya que el lago está en su mayor nivel.

Las lluvias previstas para todo el día han esperado a que saliésemos de la cueva. Corremos hacia el coche en busca de un paraguas y nos dirigimos hacia el centro neurálgico de la villa, la Plaza Marqués de Aracena.



De todos los edificios que existen a su alrededor, uno destaca sobre los demás, el Casino Arias Montano, de estilo regionalista andaluz. Otra obra de Aníbal González en Aracena, que nos recuerda a un café de la alta burguesía. Así que ni cortos ni perezosos, decidimos tomarnos un café al lado del ventanal, con muy buenas vistas a la plaza, un salón muy acogedor con la chimenea encendida. Os invito a que hagáis lo mismo, aunque penséis que no está al alcance de cualquier bolsillo, el precio os sorprenderá.


Aunque no éramos conscientes de ello, la obra más desconocida de Aníbal González la podemos encontrar en la Sierra de Aracena. Desde el edificio del Tiro Pichón en Jabugo hasta el Ayuntamiento de Aracena, pasando por la antesala de la Gruta de las Maravillas, la fuente del Concejo o la urbanización de Aracenilla en la carretera dirección a Alájar.

Desde una loma, el Castillo y la Iglesia Prioral dominan el pueblo. Hacia allí nos encaminamos, subiendo por Plaza Alta y disfrutando de hermosos edificios como el Cabildo Viejo. Aunque hay una vereda para subir al castillo desde la zona de la Gruta de las Maravillas con menos pendiente, merece la pena recorrer sus calles empedradas y descubrir su arquitectura popular. 


Nos sorprende la torre mudéjar, sólo decorada por un lateral, influida por la Giralda, aunque con mayor pobreza y tosquedad. Su parte superior, almenada, nos recuerda a una fortaleza. ¡Que se ha cortado en la foto!


Desde el atrio podremos contemplar unas de las mejores vistas de este paisaje serrano.


Dando un pequeño paseo, rodeamos el castillo y descendemos la colina por la vereda en busca del coche, dando por concluida nuestra breve escapada.


¡Esperamos que os haya gustado y que os animéis a conocer esta Sierra, ya que Huelva no es sólo playas!

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